Después de Antelope Canyon, esa misma tarde cogimos la carretera hacia el Grand Canyon. Dejamos atrás los paisajes desérticos de Page y vamos subiendo y subiendo por un camino cada vez más verde hasta llegar a la entrada del parque (30$, el abono es muy pero que muy recomendable).
La carretera es excelente, y el camino está lleno de lugares donde apartarse a mirar y hacer fotos del paisaje.
De camino vemos algunas ardillas, y ciervos, directamente desde el coche, ignorándonos completamente. En realidad primero nos pensamos que había habido algún accidente o algo en la carretera pero no, los coches aminoraban para mirarse los animales o hacerles fotos.
Nos alojamos en este hotel, habitación justita sin ducha, las duchas estaban en uno de los pasillos, y después de registrarnos pasamos que aún nos teníamos que quitar la arena del paseo por el desierto de la mañana.
Aprovechamos lo que nos queda de luz para hacer fotos de los alrededores del hotel.
Ya de noche cenamos en el restaurante, comimos muy bien, no recuerdo exactamente a cual de los que rodean el hotel fuimos. Por cierto si sois cerveceros no dejéis de probar las cerveza artesana local.
Nos levantamos tarde, pero el día anterior habíamos madrugado mucho, para ver y fotografiar la salida del sol en Monument Valley y porqué queríamos hacer muchas cosas esa mañana, nos tocaba descansar.
Disfrutamos del desayuno. Unas notas sobre los desayunos en Estados Unidos, son caros, para dos personas pueden salir tranquilamente por 20-35$ (y aparte propina), pero valen la pena. Valen mucho la pena, son buenos y abundantes, y suelen tener cosas contundentes como huevos (scrambled-revueltos o fried-fritos) o las típicas pancakes-tortitas. Si hacéis ruta como nosotros es recomendable hacer un desayuno contundente ya que es muy posible que tengáis que comer después en un Burger King o similar porqué es lo que hay a mano y no se trata de perder tiempo buscando otro sitio.
Paseamos por los alrededores, y hacemos el primer tramo de un camino que baja hasta el final del cañón. Está lleno de avisos que recomiendan no intentar hacer todo el camino (bajar y subir) el mismo día, la profundidad del cañón es de una milla (1.609 metros), bajar y volver a subir requiere estar muy preparado, una opción más razonable es bajar un dia y volver a subir al siguiente, y conociendo a los americanos estoy seguro de que abajo es posible coger un bus que te lleve de vuelta arriba. En la mayoría de parques naturales veréis autobuses gratuitos que van llevando a la gente de un punto a otro, si os mantenéis en la zona más «civilizada» puedes prescindir un poco del coche (hay parques donde esta zona civilizada no llega ni al 10% de la superfície, ¡magnitudes americanas!) . Nosostros sólo hicimos un pequeño tramo de este camino (juraría que este).
Lo último que vimos fue la estación de tren, que era el principal medio de transporte antes de que se construyera la carretera.
En el momento de subir al coche para salir se puso a llover con furia e incluso cayó algo de granizo, adios a los planes de parar en todos los miradores de bajada. Fuimos hacía Kingman (y comimos en un Burger King), de camino a nuestro próximo destino: ¡Las Vegas!
En tan solo 48 horas disfrutamos de Monument Valley, Horseshoe Bend, Antelope Canyon y Grand Canyon!