Nos levantamos sin primsa, teníamos la visita a Alcatraz reservada para el día siguiente y el día antes ya habíamos visto algunas cosas. Salimos, andamos un poco y encontramos un lugar donde sentarnos a ver pasar la vida. Encontramos unas sillas en la calle, en un lugar donde no paraban de pasar los geniales tranvías de la ciudad, y nos dedicamos aver pasar los tranvías, disfrutar del sol y un refresco. Pasamos así un buen rato mientras decidíamos que haríamos a continuación.
San Francisco en domingo es una fiesta. A la gente le encanta hacer deporte y el uniforme del domingo es ropa para hacer running o andar o lo que sea que hagan. Y los que no caminan hacen el brunch, o van de bares, o pasean al sol como nosotros a tocar de Castro y de la plaza Harvey Milk.
Una de las cosas típicas de visitar en San Francisco es la Mission Dolores (sí, sin acento y con dos eses), la primera iglesia construida por los españoles cuando colonizaron estas tierras. Como en Europa las iglesias eran mucho más que lugares para rezar, acababan siendo el centro neurálgico de una población que sobrevivía en un ambiente relativamente hostil, con gente que ya estaba ahí antes (aunque los «indios» de esta zona eran bastante pacíficos y no hubo excesivos conflictos) y muy muy lejos de casa. Mission Dolores es el origen de la actual ciudad de San Francisco y el edificio más viejo en pie, que data del siglo XVIII (esto en Estados Unidos es historia antigua). En cuanto sabemos a dónde queremos ir tranvía o bus y ¡para allá!
Hay que pagar entrada, se ven las iglesias, la actual y una reconstrucción de la original, y el cementerio, en domingo es una zona bastante animada.
Después quisimos ver otra cosa típica, las painted ladies (señoras pintadas), unas casas típicas de San Francisco, las más conocidas son las de Alamo Square. Y aquí pudimos ver la amabilidad de la gente de esta ciutat. En la parada del bus una chica estaba indicando a unos turistas como ir a un sitio concreto y cuando acabó nos miró a nosotros y nos explicó como ir a las painted ladies, no era necesario porque lo habíamos mirado pero se agradece. Al bajar del bus lo mismo, sacamos el mapa a medio trayecto entre la parada y Alamo Square y una persona que pasaba por la calle nos preguntó dónde íbamos y nos confirmó que íbamos bien.
Castro, Mission, Painted Ladies… ¿qué nos quedaba? El almuerzo. Compramos unos burritos ecológicos en un super (si os gusta la comida sana aquí os pondréis las botas) y volvimos al punto dónde nos habíamos parado por la mañana. Y cogimos un tranvía hacia abajo a la zona del puerto. Paseamos un poco y tomamos unas cervezas, el problema lo tuvimos para volver.
Hubo un accidente en Union Square y todo el tráfico que pasaba había quedado afectado, en veinte minutos en nuestra parada pasaron cuatro autobuses 39 en la otra dirección pero ninguno en la nuestra, tomamos la decisión de volver a pie. La parte buena es que pudimos disfrutar de las vistas, sobretodo de Alcatraz (que visitaríamos al día siguiente) y la Coit Tower.
También pasamos por la calle Lombard, famosa por las curvas que tiene para salvar el desnivel. en toda esa zona es fácil ver una señal que recomiendo aparcar el coche a 90º de la acera, por si fallan los frenos no tener que ir a sacarlo del fondo de la bahía. Se puede pasar por la calle en coche, sólo de bajada (uno de las pocas calles de un solo sentido), y como podéis ver por las fotos es uno de los puntos calientes de turistas (imagino que los vecinos estarán hartos).
Estábamos bastante cansados pero después de pasar por el hotel volvimos a la calle de los restaurantes molones, ¡cenamos mejicano!
Y después de bajar la cena con un par de cervezas al hotel a dormir.