Una molt bona manera d’acabar l’any.

Una muy buena manera de acabar el año.
Cuando voy a comprar el libro de un autor desconocido prefiero apostar por un autor que se autoedita que por uno que es publicado por una editorial establecida. Ya sé qué me voy a encontrar con el de la editorial establecida: más de lo mismo, lectura estándar, cero riesgo. En cambio, no sé a qué se va a atrever el escritor que se autoedita. Porque si ha pisado el acelerador, nadie le ha obligado a meter el freno. Me da igual las erratas o los fallos de las autoediciones porque en la autoedición es donde están los héroes.
Prefiero leer a un autor valiente, que apuesta por su obra, que a uno cómodo y estándar. Prefiero leer a uno que no se aguanta las ganas de que le lean que a otro que se resigna a lo que diga un editor.
Cesc Llaverias es uno de esos autores que se atreven a apostar por su trabajo, que se resisten a que se pudra en un cajón y deciden darle una oportunidad.
Su primer libro autopublicado, “Días de porno y kleenex”, es un libro muy bueno, que recomiendo sinceramente si eres un apasionado de la lectura. Es realista: gracias a su redacción consigue un efecto fotográfico de cada situación o personaje. La trama es tan real que parece que te has asomado a una ventana y que estás presenciando lo que él te cuenta.
Es un libro amable: te encariñas fácilmente con todos los personajes (y son muchos los que salen). Da igual qué barbaridad hagan: la mirada del autor consigue que todos se merezcan un abrazo, que te apetezca invitar a tu casa a cada personaje que sale en la novela. Se nota que el autor quiere mucho a cada personaje que sale en el libro (aunque asegure que son inventados, asunto que yo no me creo). Las escenas de sexo tienen morbo y están muy bien contadas. Refleja el sexo 100% español, de estar por casa. Sin exageraciones ni patetismos. Y como regalo, el autor hace gala de su buen humor, dando pinceladas de él en casi cada página, asunto que le agradezco mucho. Cuando terminas de leerte el libro te da la impresión de que, en una realidad paralela, has sido parte del grupo de amigos que protagoniza el libro. Cierras el libro y parece que has cerrado la puerta de un bar, sigues escuchando murmullos, la música retumbando y gente orinando por la calle. No estás loco. Sólo has sido victima de un gran escritor que se ha preocupado por crear algo “de verdad”.
“Días de porno y kleenex” es un libro que merece ser leído poco a poco. Sin atracones, saboreando cada escena: no tiene material sobrante ni lenguaje artificioso y todo lo que se cuenta en él merece la pena de ser leído. No es un libro que vaya a enseñarte nada nuevo que no sepas: pero es un libro sincero que levanta acta del tiempo en el que vivimos. Es un libro que me hubiera gustado publicar en mi editorial. Gracias Cesc por no dejar este libro en un cajón.
He hablado antes de este autor, aquí de un libro suyo, y aquí como ejemplo de autoedición, esta es su página.
¡¡¡Gracias!!!